Sobre María Zambrano (I)


María Zambrano, en su obra La tumba de Antígona, invierte el mito clásico y, a través de una red de relaciones intertextuales con la obra de Sófocles, propone una nueva forma de entender el mundo. Y, la nueva Antígona es una mujer dotada de gran inteligencia y dominada por un deseo de saber. Este deseo, propio de los hombres, la condenará a no vivir, y por eso está metafóricamente encerrada en su tumba. (...) María Zambrano prestó su pluma para darle una nueva voz a Antígona, y lo hizo justo en el momento dramático en que Sófocles le había impuesto el silencio. (...) La Antígona de María Zambrano es una mujer dotada de gran conciencia. No es la depositaria ni la transmisora de una ley arcaica de la sangre, y tampoco es la víctima que el patriarcado ha anulado. Esta Antígona está más cercana a una mujer virgen, que no es ni esposa ni madre, pero que sí que es víctima de su exceso de conocimiento y de su propia conciencia.

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